Es propicio reflexionar sobre la trayectoria de la investigación en la Universidad del Museo Social Argentino, reconocer los principios que le dieron fuerza y relevancia social, repensar el presente y delinear las acciones a futuro.
El primer paso es identificar los ejes que históricamente dieron sentido a las diversas actividades de investigación y docencia que se realizaron en la Universidad y definir las líneas de investigación que la guiarán en este nuevo siglo.
El Museo Social Argentino, erigido con el propósito de estudiar los problemas sociales y plantear soluciones para la sociedad argentina, se constituyó desde sus inicios como centro de producción y difusión de conocimientos. Sus fundadores consideraban que los problemas vigentes a inicios del Siglo XX debían encararse dentro de una Casa de Altos Estudios, donde se los analizara bajo una disciplina y régimen científicos.
Los principios rectores de la Institución son el compromiso con grandes objetivos humanistas, científicos y artísticos destinados a promover la cooperación y la solidaridad social; la educación, la cultura y el bien general, con verdadera y desinteresada vocación de servicio por el progreso del país.
En ese marco, se recoge información sobre la organización social y económica del país; una vez ordenada y clasificada, se transmite, a sus estudiosos primero y a la comunidad después.
En todo momento, la misión de contribuir con el desarrollo del país generó valiosos estudios sobre el trabajo rural, la cooperación, la mutualidad, la cuestión de la vivienda social, el status de la mujer en la sociedad, el trabajo social y la desocupación entre otros, temáticas de relevancia social en el contexto histórico en el que se generaron.
Los resultados asistieron a la capacitación profesional, a través de reuniones científicas con impacto internacional, y la creación de institutos y escuelas que distinguen el camino hacia la creación de su Universidad.
En 1918 se organizó el Congreso de la Mutualidad y un año después, el Primer Congreso Argentino de la Cooperación. En 1920 se realizó el Primer Congreso Argentino de la Habitación. Más tarde se creó el Centro de Estudios Cooperativos. En 1924 se realizó el Congreso Internacional de Economía Social. Se fundan, en 1925 el Instituto de Orientación Profesional y en 1930 la Escuela de Servicio Social. Finalmente, en congruente evolución, en 1956 surge la Universidad del Museo Social Argentino.
Desde su creación, la Universidad tuvo como objetivo la formación de profesionales libres, comprometidos y preocupados en el desarrollo y bienestar de la sociedad, con un profundo sentido ético profesional. De este modo, se conforma como una Institución abocada a la docencia y la difusión de un conocimiento disciplinar asociado, no sólo a la academia, sino a su aplicación en la intervención profesional como forma de promover el bien social.
UMSA fue una de las primeras Universidades privadas de nuestro país y se organizó siguiendo los principios y criterios de la época, lo que suponía una separación entre la docencia y la investigación. Facultades y Escuelas, responsables de la elaboración de la currícula de cada profesión y la emisión de las licencias que permiten ejercer legítimamente la misma, atendidas por profesionales habilitados para la enseñanza; e Institutos que agrupan a quienes se dedican a la investigación científica.
Es por esto que las actividades de investigación van requiriendo una ordenación especializada y la creación de distintos Institutos que agrupan académicos e investigadores, y se vinculan con Instituciones Científicas nacionales e internacionales.
Si bien desde los inicios de la Universidad, las actividades de docencia y de investigación se desarrollan en espacios diferenciados, permitiendo cierta especificidad en cada uno de estos ámbitos, destinados unos a espacios de formación disciplinar, profesional y ética y otros a la búsqueda, generación y trasferencia de nuevos conocimientos, no se pierde de vista la necesaria articulación entre ambas actividades.
Así en la década del ‘70, se crean los primeros doctorados, concebidos como instancia prioritaria en la formación de recursos humanos con un perfil investigativo; una actividad curricular donde se suma la investigación institucional. La articulación entre ambas instancias (de investigación y de docencia) nace a partir de la participación del cuerpo académico en proyectos de investigación viabilizados desde lo institucional.
La historia y la tradición no presuponen un anquilosamiento en el pasado, sino que proyectan sus líneas de fuerza hacia la realidad que nos rodea. Los problemas permanecen con otros perfiles, exigiendo nuevos análisis y propuestas en forma acuciante. No se puede pensar la Universidad separada de los procesos históricos que caracterizan a la sociedad. A lo largo de su trayectoria, han acontecido numerosos cambios sociales, a los que ha respondido mediante su función social máxima, la docencia, la investigación y la extensión.
Hoy, las repercusiones de la denominada Sociedad del Conocimiento, junto con las grandes trasformaciones en las que se inició el siglo XXI, conllevan nuevos desafíos para la Educación Superior.
El trabajo profesional se ha modificado profundamente como consecuencia de la irrupción de las nuevas tecnologías en todas las actividades laborales y el conocimiento revoluciona radicalmente la capacidad humana para transformar su realidad y comprender su naturaleza.
Las nuevas demandas por adquirir conocimientos trans – disciplinarios, borran las fronteras entre las profesiones tradicionales y dan lugar a nuevas necesidades de actualización y formación acelerada para la reconversión profesional. Esto, no sólo implica un cambio profundo en el plano de lo organizacional, sino también en el de la lógica disciplinaria tradicional en cuyas instituciones formadoras se consolidaron.
En este contexto, resulta ineludible profundizar el compromiso para multiplicar y reforzar nuestra gestión procurando la distribución social del conocimiento, fomentando la retroalimentación continua entre la investigación científica, la docencia y la extensión universitaria.
De este modo, se propone una permanente articulación entre las actividades de investigación y las de docencia, identificar y desarrollar líneas de investigación e integrarlas con actividades investigativas de docentes junto con las de los alumnos. Revirtiendo de este modo la lógica del modelo fundacional de Universidad, al entender a la acción investigativa como generadora de la práctica docente y no como su complementaria.
Sin Investigación no hay generación ni desarrollo de saberes y el conocimiento permanece inerte o ritualizado. Presupone una integración interdisciplinaria, para ejecutar un examen profundo de la realidad, recurriendo a la metodología propia de cada disciplina. Se deben explorar los problemas de la sociedad, la cultura y las ciencias con una necesaria preocupación ética.
La investigación constituye para el Museo Social, una tarea importante: la generación de espacios científicos para la profundización y divulgación del conocimiento. Los cambios y transformaciones sociales requieren una permanente adaptación de las instituciones universitarias, no sólo en la formación de profesionales, sino también en la generación de conocimientos científicamente relevantes.
En los últimos 20 años, las universidades han disminuido su rol central frente a la generación de nuevos conocimientos. No sólo han surgido diferentes Instituciones abocadas a la producción científica, sino que los recursos provenientes del sector productivo para el desarrollo de la innovación tecnológica han superado a la de los centros tradicionales de investigación. Por otro lado, la expansión de los ámbitos de producción de conocimiento está asociada a la profesionalización de los espacios de promoción, difusión y evaluación de la producción científica.
En este contexto, las instituciones afrontan un doble desafío:
- Reposicionarse frente a la expansión de los ámbitos científicos de producción de conocimiento, redefiniendo su función social como productora y promotora del saber científico. Para esto, debe comprometerse profundamente en la construcción de escenarios futuros, considerando que los alumnos de hoy, son profesionales del mañana.
- Sobrepasar sus propias fronteras y abrirse a la comunidad científica, establecer relaciones con los múltiples actores e instituciones que trabajan en la generación de nuevo conocimiento. Hoy las universidades deben enseñar el conocimiento producido por ellas mismas, y asimismo trabajar en la transmisión de conocimientos generados por otras instituciones científicamente relevantes.
Una misión primordial de la Universidad consistirá en fomentar las actividades de extensión, docencia e investigación, en continua y mutua interrelación constituyendo una nueva dinámica de articulación entre las actividades de investigación y de docencia.
A fin de lograr este objetivo, se han realizado varias acciones:
- Reestructuración del Instituto de Investigación: en esta nueva estructura, el Instituto está organizado por un Director y un Comité de Investigación conformado por los Sres. Decanos de las distintas Facultades, pudiendo participar también los directores de carreras de Posgrado. Cuenta además con la colaboración de Secretaría Académica.
- Por otro lado, se ha establecido un reglamento para garantizar el llamado a convocatorias de proyectos de investigación. Esto permitirá organizar las convocatorias de acuerdo a las líneas de investigación que el Comité de Investigación considere prioritarias, ponderándose la articulación con las actividades de docencia que se desarrollan y con las temáticas de mayor relevancia desde lo disciplinar y profesional.
El objetivo a desarrollar en las investigaciones, garantizando la libertad de ideas; será crear, innovar y adaptar conceptos, marcos teóricos o modelos explicativos, movilizando la capacidad del personal académico, técnico y a los propios estudiantes. Para esto también es necesario garantizar una plena participación de toda la comunidad académica.
En la medida de lo posible, y sin dejar de lado la capacitación profesional se busca promover que los estudiantes de grado y posgrado, se inicien en la investigación. Para ello, debemos generar en nuestros educandos la inquietud por profundizar su saber. En posgrado, los docentes deben incentivar a los alumnos para que consideren que toda tesis o estudio, presupone una investigación. Al mismo tiempo, la permanente capacitación debe apoyarse con la difusión de los resultados alcanzados. Deberán evaluarse las diversas alternativas de publicación, distribución y venta de las obras.
Por otro lado, se reconoce la necesidad de inserción externa y del desarrollo del vínculo con otras instituciones sociales que le permita a la Institución posicionarse como intérprete de la realidad social. La investigación debe cumplir determinados estándares convencionales de calidad e insertarse en los sistemas externos de evaluación y acreditación. Se hace necesario vincularse con Institutos y Centros de Investigación, no sólo de nuestro país, sino también del mundo.
Asimismo, las relaciones con empresas, tanto del sector público como privado, resultan otra modalidad a considerar. Se busca generar acuerdos de colaboración con organismos nacionales, regionales o internacionales, como también con otras Altas Casas de Estudios, tendientes a racionalizar áreas de investigación integradas.
Las líneas de investigación se constituyen en el eje ordenador de la tarea de investigación, posee una base racional que permite integración y continuidad de los esfuerzos de aquellos que participan en la tarea (Barrios, 1990), permitiendo entonces que el abordaje de las áreas de conocimiento sea cooperativa e interdisciplinaria.
Resulta de primordial importancia delimitar las líneas institucionales de investigación sobre las que se trabajará y que servirán de fundamento para la articulación entre las distintas actividades que se realicen en UMSA.
Nuestra tradición no puede estar ausente y orienta nuestra actividad investigativa hacia el desarrollo y bienestar de nuestra sociedad. Sin embargo, hoy el desafío propone otros análisis: lo social, lo político, lo económico y lo cultural requieren una reflexión profunda en el marco de un mundo globalizado.
Las líneas genéricas investigativas que se enuncian pretenden no sólo responder a las nuevas realidades sociales, sino reposicionar a la universidad frente a su responsabilidad social como generadora de conocimiento y como formadora de profesionales. En este sentido se proponen las siguientes líneas marco de las que se desprenden las propias de cada unidad académica de acuerdo a las particularidades que caracterizan cada disciplina y profesión, a saber:
- Nuevos escenarios profesionales.
- El contexto disciplinar actual
- Nuevos abordajes a una realidad compleja: lo disciplinar, lo interdisciplinar y lo multidisciplinar.